El monitor es el principal
dispositivo de salida de un computador personal, es decir, nos permite
visualizar tanto la información introducida por el usuario como la devuelta por
la computadora.
La tecnología en este periférico
ha evolucionado mucho desde la aparición de los computadores personales con
monitores de fósforo verde hasta los últimos modelos LCD y de Plasma, pero de
manera mucho más lenta que otros componentes, como pueden ser
microprocesadores, placas base, etc.
Las características de éstos
también han evolucionado según las nuevas necesidades de los usuarios, como han
sido el diseño asistido por ordenador (CAD/CAM) o el aumento del tiempo de
estancia delante de la pantalla, que se han solventado aumentando el tamaño de
la pantalla y la calidad de la visión.
El sistema gráfico del computador
está compuesto por dos elementos: el monitor y la tarjeta gráfica. El elevado
número de marcas y modelos del mercado puede suponer un auténtico problema a la
hora de elegir los componentes apropiados a sus necesidades. El enorme éxito de
los computadores portátiles ha hecho que las pantallas de cristal líquido se
hayan convertido en opciones realmente validas. Pero, ¿realmente son asequibles
para el usuario de a pie? Y es que, los precios de una pantalla plana de buena
calidad son todavía excesivamente altos comparados con los de un monitor CRT
convencional que ofrezca el mismo tamaño de diagonal. Por eso, muchos usuarios
profesionales que necesitan resoluciones múltiples y una salida de colores
brillantes. Sin embargo, lenta pero inexorablemente, las pantallas planas están
ganando terreno, reducen sus precios y se aprestan a competir por una
incipiente cuota de mercado.
Las compañías fabricantes de
estos dispositivos están en constante investigación de nuevas tecnologías que
proporcionen al usuario unas condiciones de trabajo más confortables y con
menos efectos negativos para la salud, sin descuidar, como no, algo que está
muy de moda: el diseño, tamaño y resolución
Por supuesto, el ganador lo dirá
el tiempo, pero todo apunta a que los mastodontes monitores CRT terminarán
por ser piezas de museo. Evidentemente, no sólo por cuestión de tamaño, un
monitor plano ocupa menos de un tercio del espacio de un CRT y pesa bastante
menos (lo que le da mayor movilidad); sino también porque consumen mucha menos
energía y carecen de los problemas de convergencia, de enfoque o de geometría
que tienen los monitores de tubo catódico. Además, su nitidez saca mayor
partido a las altas resoluciones.
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